Un total de 20 de los 50 Estados de EE UU prometen cerrar sus puertas a los refugiados sirios tras las especulaciones de que uno de los terroristas de los atentados de París habría entrado a Francia pidiendo asilo. Solo uno de esos Estados no está gobernado por el Partido Republicano. Los gobernadores declinan respaldar el objetivo del presidente, el demócrata Barack Obama, de que Estados Unidos admita este año fiscal a 10.000 refugiados sirios.

El Departamento de Estado anunció este lunes que el Gobierno federal sigue con su plan y reiteró que los refugiados serán objeto de rigurosos análisis de antecedentes para descartar a posibles extremistas. Obama advirtió que cerrarle la puerta a los refugiados sirios sería “una traición a los valores” estadounidenses. Sin embargo, congresistas republicanos -mayoritarios en el Capitolio- apoyaron a los gobernadores.

Expertos en inmigración consultados por la agencia Reuters aseguraron que probablemente los gobernadores carezcan de capacidad legal para bloquear el plan del Gobierno federal, pero señalaron que podrían obstruir ese programa por medio de recortes presupuestarios o creando un ambiente hostil hacia los refugiados sirios. El Congreso también podría obstruir el programa de asentamiento de refugiados, bloqueando los fondos para su desarrollo. Algunos Estados, como Texas, han disputado los poderes del Gobierno federal en inmigración.

Texas, el segundo Estado más poblado del país, es uno de los que rechaza a los refugiados sirios. Su gobernador, Greg Abbott, escribió este lunes una carta a Obama, en la que aseguró que «la compasión humanitaria estadounidense podría ser explotada».

«Ni usted ni ningún funcionario federal puede garantizar que losrefugiados sirios no serán parte de alguna actividad terrorista», señaló. «Como tal, abriendo la puerta, expone irresponsablemente a nuestros compatriotas a un riesgo inaceptable».

Abbott informó de que había ordenado al Programa de Reasentamiento de Refugiados de la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas que no participara en el alojamiento de ningún refugiado sirio. Asimismo, urgió al presidente a detener el ingreso de más sirios al país.

Texas ha sido uno de los Estados que más desplazados sirios ha acogido. Desde octubre de 2014, han ingresado 123 personas. Setenta de ellas fueron acogidas por la organización Servicios para Refugiados de Texas, que tiene un programa de asentamiento.

“Debemos ser cuidadosos en no señalar como el enemigo a refugiados que se han establecido en Estados Unidos, lo que algunos pueden concluir por la directiva del gobernador respecto al asentamiento de futuros refugiados de Siria», explicó Aaron Rippenkroeger, presidente de esa organización. «Un 75% de los refugiados que llegarán son mujeres y niños que buscan protección de los terroristas del ISIS”.

Cada año, Estados Unidos recibe a cerca de 70.000 refugiados de todo el mundo. “El programa de reasentamiento de refugiados es vital para la seguridad y bienestar de miles de familias en riesgo. Urgimos al gobernador Abbott a revocar su directiva”, agregó Rippenkroeger.

Esta organización esperaba recibir al menos 150 refugiados para ubicarlos en el área central de Texas en la primavera de 2016. Las expectativas de Rippenkroeger eran acoger más adelante a cerca de 1.000 sirios.

Más de 1.600 refugiados

Según cifras gubernamentales, Estados Unidos ha aceptado a 1.682 refugiados sirios en el año fiscal 2015. Los Estados que han recibido más personas son Texas, California y Michigan. De acuerdo con Naciones Unidas, desde el comienzo de la guerra civil siria en 2011 Estados Unidos ha aceptado a cerca de 2.000 refugiados. El conflicto ha desplazado a más de cuatro millones de personas.

El presidente del Comité de Seguridad de la Cámara de Representantes, el legislador de Texas Michael McCaul, envió este lunes una carta a Obama en que apoyaba el rechazo de los Estados. “Es necesario suspender la entrada de más refugiados sirios hasta que se realice una revisión completa del programa de asentamiento”, declaró.

El camino para salir de Siria y llegar a Estados Unidos es largo y peligroso. El Gobierno estadounidense elige ciudades con ciertas condiciones para que se instalen los refugiados. Por ejemplo, tener un mercado de trabajo abierto, viviendas disponibles y un costo de vida bajo. A su llegada, las personas reciben durante seis meses ayuda para instalarse. Y las ciudades pueden optar a fondos para escuelas y centros de salud.