Podría haber sido la cola de un concierto de rock, con fans apostados a las puertas desde seis horas antes del espectáculo, pero era la firma del último libro de Donald Trump y, si el ambiente sirviese de sondeo, el magnate se hubiese impuesto sin matices como candidato republicano para optar a la presidencia de Estados Unidos en 2016. Trump presentó en Nueva York su Crippled America. How to make America great again (En español, América paralizada. Cómo hacer que América vuelva a ser genial) y, además de darse un baño de masas, aprovechó la rueda de prensa previa para disparar contra la Reserva Federal, el banco central estadounidense: acusó a su presidenta Janet Yellen, de ser “altamente política” y aplazar la subida de los tipos de interés para ayudar al presidente, el demócrata Barack Obama.
Escogió para la presentación la Torre Trump, el más popular de los edificios que llevan su nombre en Nueva York, en plena Quinta Avenida. Las tiendas de lujo de sus bajos comerciales, Tifanny y Gucci, estaban este martes rodeadas por una multitud de admiradores del candidato, muchos de ellos con varios ejemplares bajo el brazo, ataviados con camisetas y gorras de apoyo e incluso algún joven disfrazado del propio magnate, que firmó libros durante tres horas.
Joe Martin, de 48 años, había empezado a formar cola a las seis y media de la mañana, más de cinco horas antes del acto, y fue uno de los primeros en lograr la dedicatoria. “Me gusta porque es un empresario y este país debe gestionarse como una empresa”, señala. A su juicio, “Obama no lo ha hecho bien, las cosas van más o menos bien gracias a la política de la Fed”, dijo, sin haber podido oír que minutos antes Trump apuntaba en la misma dirección.
“No están subiendo los tipos porque Obama les han pedido que no no lo haga, creo que él quiere dejar el cargo porque estamos en una burbuja y cuando esos tipos suban , van a ocurrir muchas cosas malas”, alertó, preguntado por la política monetaria. Y remachó que Yellen “es muy política y no sube los tipos por una razón muy concreta, que Obama les dijo que no lo hiciera porque quiere pasarse el próximo año jugando a golf y no quiere ver otra burbuja estallar durante su legislatura”.
La Fed comenzó con la última crisis una política de estímulos monetarios sin precedentes que ha ido replegando a medida que la Gran Recesión ha quedado atrás. Cesó las compras masivas de activos financieros hace un año y lleva varios meses preparando al mercado para empezar a subir los tipos de interés, que se sitúan entre el 0% y el 0,25% desde 2008. Sin embargo, la baja inflación y la incertidumbre económica global ha llevado al banco central demorar la medida, aunque mantiene la puerta abierta a que ocurra este diciembre.
El libro, de casi 200 páginas, dedica una parte final a “las finanzas personales” del empresario y a su propia figura, bajo el epígrafe “Sobre el autor”. El capítulo arranca diciendo que Trump “es la definición de la historia de éxito de América”. Para Kurt Weinrich, un estudiante de Económicas de 18 años que aguardaba la dedicatoria del libro, también lo es. ¿Qué es lo que encuentra inspirador en él? “Que ha triunfado, yo siempre le he admirado y ahora que ha entrado en política le apoyo, siempre ha conseguido todo lo que se ha propuesto”.
Esta vez no está tan claro que ocurra. Los últimos sondeos reflejan que su rival por la candidatura republicana, Ben Carson, le está superando. Carson es otros los aspirantes republicanos que ponen en valor el hecho de no ser políticos. Es algo muchos también ensalzaban ayer en la firma de libros. En paralelo, también les seduce el estilo cercano y descarado de Trump y quitan hierro a os comentarios machistas y racistas que ha dicho en ocasiones. “No creo que esas sean sus opiniones sobre la mujeres en general, son enfrentamiento concretos que tuvo, pero el es una persona directa”, explicaba Christine, que contaba que su hija pequeña, una niña de unos nueve años, la había arrastrado hasta allí. Tenía los ojos empañados en lágrimas tras ver al personaje.
Trump desdeñó el auge de su rival. «Me gusta Ben, pero no puede hacer este trabajo, no puede negociar con China», por ejemplo, dijo, y le acusó de ser «muy débil en inmigración». El discurso de Trump es especialmente duro y así lo mantiene en su libro, donde defiende negro sobre la blanco la construcción de un muro de separación con México. «La construcción del muro debe comenzar cuanto antes y México debe pagarlo», si bien un par de página antes asegura que «ama la inmigración».
El empresario le lanzó un puñal a su otro rival, el también ascendente republicano Marco Rubio, al que tachó de «sobrevalorado» y le acusó de ser «un desastre» con las tarjetas de crédito, en referencia al uso que hizo en el pasado de la tarjeta del partido para fines personales.
El País 3 de noviembre de 2015
