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Piezas de arte peruanas robadas y recuperadas por el FBI vuelven a casa

Cumple tres años de servicio en el Perú y para él haber asumido la representación diplomática de EE.UU. en el Perú ha sido un sueño realizado. “A partir de los tres años, cada día que me quede es un regalo de Dios”, comenta con humor. Para el embajador Brian A. Nichols, los logros en su gestión en el campo cultural son espectaculares. Cuando se celebran los 20 años del memorando de entendimiento entre nuestro país y EE.UU. para la colaboración gubernamental en la protección del patrimonio artístico, bajo los lineamientos de la Unesco, otras 75 piezas recientemente recuperadas por el FBI fueron entregadas a la Embajada del Perú en Washington el pasado 6 de junio. En dos décadas, más de dos mil objetos de arte han sido devueltos al país, luego de las pesquisas del FBI y otras oficinas especializadas. “Lamentablemente, son muchos los casos de personas que introducen obras de arte del Perú a los Estados Unidos de manera ilícita. Bajo ese convenio, tenemos la obligación de investigar y recuperarlas, para proceder a devolverlas al Perú”, explica.

—El memorando de entendimiento cumple dos décadas y termina este año. ¿Se prevé renovarlo?
Firmamos la extensión el jueves con el señor canciller Ricardo Luna. La prórroga es de cinco años más.

—¿Por qué no se decide convertirlo en un acuerdo marco permanente?
Debemos trabajar en ese eje. La cooperación bajo la Unesco nos guía para tener períodos más cortos. Pero la voluntad de mi Gobierno es la de mantener esa cooperación. Es peligroso decir “para siempre”, pero no tenemos previsto cambiar ese tipo de colaboración.

—Después de las drogas y las armas, el tráfico de arte es uno de los que más dinero ilegal representa. ¿Qué dicen las investigaciones del FBI?
Lo que vemos es un enorme flujo de valiosas piezas de arte del Perú al mundo, desde el tradicional huaqueo hasta los robos sacrílegos y la búsqueda de artefactos culturales para su exportación ilegal. Gracias a Dios, hemos podido recuperar mucho. El Perú, con una historia de más de 5.500 años, ofrece una gran variedad de piezas codiciables. Especialmente platería, huacos, oro prehispánico, arte colonial. Hemos tenido casos de obras de arte encontradas en las maletas de viajeros en aeropuertos. O testaferros que tienen fama de comprar arte para lavar dinero. Una vez recuperamos obras de arte robadas de iglesias coloniales peruanas, que fueron donadas por los ladrones a iglesias en los Estados Unidos. ¡Eso no les va a dar méritos en el cielo!

—EE.UU. tiene estos convenios con toda una red de países. ¿Qué resultados aprecia?
Así es. Es un tema que trabajamos a través de la ONU y los convenios sobre el crimen transnacional de Viena. El aspecto cultural se desarrolla con la Unesco en París. Hay convenios con una gran cantidad de países, pero son los que tienen más historia los que enfrentan mayor riesgo. Pensamos en Grecia, Italia, Egipto, donde recuperar su patrimonio cultural es también de suma importancia. Iraq fue saqueada tras la caída de Saddam Hussein. Y está además la destrucción del patrimonio cultural por el Estado Islámico en Siria. Otro ejemplo es Afganistán, un país saqueado y destruido por los talibanes.

Manto Paracas robado dos veces: descubierto por Julio C. Tello, fue sustraído en 1931 y luego en 1993. Después de 11 años, fue ubicado en Houston.

—¿El tráfico de drogas, de armas y de arte tiene patrones comunes?
Así es. Cuando uno piensa en la nueva estrategia del Comando Sur de los Estados Unidos, es un enfoque en redes y no en bienes aislados. Son redes criminales que mueven las cosas a través de sus contactos, no importa si son orquídeas, pájaros, arte, cocaína, oro o pornografía. El negocio de esa gente es ganar dinero, no importa lo que muevan.

—¿Qué espera de los próximo 5 años de extensión del memorando de entendimiento entre el Perú y EE.UU.?
Pienso que tendremos más oportunidades de capacitación, a través de nuestros expertos con las fuerzas de seguridad del Perú y sus expertos culturales. Vamos a tener más proyectos para el patrimonio cultural. Yo creo que en los próximos dos años vamos a superar los dos millones de dólares en proyectos en total.

—¿El Fondo del Embajador aumentará sus inversiones en el Perú?
El Fondo del Embajador para el Patrimonio Cultural ha invertido más de 1,8 millones de dólares en preservar y restaurar sitios de importancia cultural en el Perú. El observatorio de Chanquillo, el más antiguo de América con más de 3.200 años, ha sido el último de ellos, con un fondo de 125 mil dólares. Hemos también invertido en la protección de las líneas de Nasca (150 mil dólares) y la conservación y registro del museo de sitio Arturo Jiménez Borja en Puruchuco (100 mil dólares). También apoyamos en Chan Chan, Chavín de Huántar, Machu Picchu y otros sitios del Cusco, así como en la Iglesia de la Compañía de Jesús y los conventos de Santa Teresa y Santa Catalina en Arequipa. Perú es el país que más fondos ha recibido de este hemisferio para proyectos de desarrollo cultural.

Para el embajador estadounidense Brian A. Nichols, el Perú es el país de la región que más fondos de apoyo recibe de EE.UU. para la protección de su patrimonio cultural. (Foto: Juan Ponce)

LOS TESOROS RECUPERADOS

«El retablo de los ángeles»
Fue robado en enero del 2002 de un centro comunal en Challapampa, donde había sido guardado mientras se hacían arreglos en la iglesia San Pedro. Para el historiador de arte Luis Eduardo Wuffarden, se trata de un extraordinario relieve policromado realizado por Bernardo Bitti. “En este tipo de obras, el maestro jesuita demostró su gran capacidad de adaptación a los materiales y el gusto local. Son típicos de su estilo esas figuras alargadas de ángeles en complicadas posturas que flanquean la hornacina central donde seguramente había un paño de pintura. En la parte superior, una multitud de angelillos músicos completa el sentido triunfal del conjunto”, explica. La pieza estaba a la venta en la galería de arte de Ron Messick, en Santa Fe, Nuevo México. Fue devuelta por EE.UU. en el 2005.

Manto Paracas
​Luego de permanecer enterrado por más de 2.000 años junto al cuerpo de un soberano paraqueño, este espléndido manto volvió a ver la luz en 1929, cuando el arqueólogo Julio C. Tello descubrió la Necrópolis de Paracas en Wari Kayan. En 1931, Tello se enteró de que se ofrecía en venta un manto Paracas que, según constató, pertenecía a una momia excavada por él y a la que le faltaba un manto. Días después, la policía detuvo al culpable y el manto fue devuelto al Museo de Arqueología. En 1993 fue robado nuevamente. Se recuperó 11 años después, tras ser ubicado en Houston, EE.UU. Hoy está nuevamente en el museo.

«La creación de Eva»
​Robado en 1991 de la capilla Virgen del Rosario, del anexo de Huaycoloro, distrito del Tambo, en Huancayo, esta pintura excepcional fue realizada por un seguidor cercano del estilo de Diego Quispe Tito (1611-1681). “Constituye una encantadora recreación andina del barroco flamenco que se traduce en una visión idílica del paisaje como metáfora del paraíso y en la interpretación libre de algunos detalles como la figura del león, desconocida para el pintor local. Este lienzo ofrece un ejemplo elocuente de la preferencia colonial por los asuntos del Antiguo Testamento”, comenta Luis Eduardo Wuffarden, historiador de arte.


Piezas de arte peruanas robadas y recuperadas por el FBI vuelven a casa

El Comercio   19 de junio de 2017

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