Perú dispondrá de al menos 10 aviones de su Fuerza Aérea (FAP) para reiniciar a más tardar en enero su plan de interceptación y derribo de aeronaves que “exporten” cocaína, en un esfuerzo por combatir el narcotráfico y pese a los reparos de Estados Unidos.
El ministro peruano de Defensa, Jakke Valakivi, dijo que en los próximos días el Gobierno aprobará un protocolo que usarán los pilotos para actuar contra una aeronave declarada “hostil” por haber violado el espacio aéreo y no acatar instrucciones de la Fuerza Aérea.
Subrayó que se trata de un sistema disuasivo cuyo reglamento, si se aprueba la próxima semana, se aplicaría con prontitud.
La medida busca reducir el número creciente de vuelos de avionetas ligeras que, tras ingresar al país, transportan la droga desde el Vraem de Perú a Bolivia, país de tránsito de la cocaína que termina en Brasil, Europa, Asia y Estados Unidos.
RESISTENCIA DE EE.UU.
El reinicio del plan se concretará pese a la reticencia de Estados Unidos. En 2001, una avioneta civil fue derribada por una confusión de la Fuerza Aérea y asesores norteamericanos, muriendo una ciudadana estadounidense y su bebe que iban a bordo, y tras ese incidente el programa de interceptación de naves -que tenía el apoyo logístico de Washington- se canceló.
NAVES LISTAS
El ministro Valakivi dijo que la decisión de radicalizar la lucha contra el narcotráfico es soberana, pero se coordina con Estados Unidos.
“Lo que hemos cuidado es que la ley no colisione con el derecho internacional y no colisione con los tratados que tenemos con Estados Unidos”, afirmó el ministro.
Valakivi dijo que en los hangares de la Fuerza Aérea ya están listos 11 de estos aviones de entrenamiento que han sido acondicionados con ametralladoras y coheteras para interceptar aeronaves intrusas.
ADEMÁS
Para ubicar a las avionetas que cargan droga, la Fuerza Aérea recibirá información de un radar ya instalado en la región amazónica de Madre de Dios, frontera con Bolivia, refirió.
Diario Uno 23 de diciembre de 2014
