La economía de Estados Unidos echó el freno a su crecimiento en el último trimestre de 2015. Según las primeras estimaciones dadas a conocer ayer por el Departamento de Comercio, el ritmo de avance del PIB fue del 0.7% cuando el trimestre anterior se llegó al 2%.

La brusca rebaja se debió a la actividad de los negocios que estuvieron reduciendo sus inventarios en vez de producir más. En contra de la economía, jugó también la fortaleza del dólar que está abaratando importaciones y encareciendo las exportaciones de los productos americanos a socios comerciales que están pasando por dificultades económicas.

Los bajos precios del petróleo también han pesado en las empresas que se dedican a esta materia prima porque se están reduciendo las inversiones. Mientras, los ahorros que supone el abaratamiento de la energía apenas están teniendo un fuerte reflejo en el consumo.

El gasto de los consumidores, que supone el 70% del PIB, se incrementó un 2.2% cuando en el anterior trimestre el ritmo fue del 3%.

Por lo que se refiere al año en su totalidad, el crecimiento económico fue del 2.4%, el mismo que en 2014.

Esta es una primera estimación de la salud económica de EEUU que está sujeta a dos revisiones más con más datos en los proximos meses. Con todo, los economistas no esperan que las noticias mejoren mucho más y ya daban por sentado que el crecimiento se iba a rebajar en los últimos meses del año.

Curiosamente, la frenada coincide con el periodo en el que la Reserva Federal subió las tasas de interés por primera vez en casi una década citando una mejora generalizada de la economía a pesar de la falta de inflación. La mejora es cierta, pero lejos de ser fuerte, y, de hecho, la Fed reconoció en su última reunión esta semana que el crecimiento parecía haberse moderado.

Los economistas no son del todo pesimistas y creen que el inusualmente cálido verano ha rebajado ventas, lo que es temporal. Además, creen que mientras se fortalezca el mercado laboral, algo que sigue ocurriendo a buen ritmo, y empiece a haber presión al alza en los salarios, no hay riesgos de fuertes contagios de crisis de otras economías.

En otras partes del mundo la situación es algo más complicada. Para sorpresa de los mercados, elBanco Central Japonés ha rebajado sus tipos de interés que ahora son negativos, para tratar de dinamizar su economía, animar el consumo y subir precios para evitar deflación.

La economía de EEUU se frenó a finales de 2015