Universidad del Pacífico

Cuando el inglés llegó al Perú

Para la masificación de la enseñanza del inglés en el Perú, hay una fecha clave: la tarde del jueves 2 de junio de 1938. A las 6 y 30 de la tarde, en el salón América del hotel Bolívar, un grupo de “visibles elementos” de la cultura peruana, llámese “universitarios, profesionales, financieros y sociales” suscribieron el acta de fundación del Instituto Cultural Peruano-Norteamericano (Icpna).

De acuerdo con las páginas de La Crónica, la primera comisión directiva del naciente instituto la integraron los ministros de Educación Pública y Relaciones Exteriores, el embajador de Estados Unidos, el rector de San Marcos y el alcalde de Lima.

Muy cerquita se sentaron los miembros de la comisión organizadora del instituto: Julio C. Tello, Luis E. Valcárcel, Luis H. Bouroncle, Luis C. Infante y el polígrafo Manuel Beltroy.

Este último, en su calidad de secretario de la comisión, recordó que la naciente institución cultural permitiría intensificar “los vínculos intelectuales y espirituales que nos unen con esa gran república y procurando facilitar a nuestros compatriotas el acceso a las fuentes de la poderosa y rica cultural norteamericana”.

Welcome, boys!

Así empezó la historia del Icpna, ergo la difusión del inglés en el Perú. En 1938 llegaron a Lima, gracias a un intercambio cultural que auspició la Unión Panamericana, un grupo de profesores gringos; permanecieron 17 días y el Icpna les organizó el cronograma de actividades. Ese año, la capital también fue sede de la Octava Conferencia Panamericana.

Mientras el mundo miraba con preocupación el crecimiento del totalitarismo en Europa (un mundo ad portas de la Segunda Guerra Mundial), el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt propuso dos políticas importantes: el New Deal ante los estragos que había dejado el crac de la bolsa de 1929 en la economía gringa y la Política del Buen Vecino, dando un nuevo enfoque a la política con América Latina.

Background

Se tuvo que esperar 94 años, desde el inicio de las relaciones diplomáticas entre el Perú y Estados Unidos, para que empezara a funcionar la embajada estadounidense en Lima, en abril de 1920.

Fue un paso vital para dar vida al instituto, que se inspiró en la experiencia del Instituto Cultural Argentino-Norteamericano, que había nacido en 1918 y había permitido enviar a Estados Unidos, mediante la modalidad de intercambio, a “centenares de profesionales argentinos”, además de recibir la visita de “maestros y pensadores norteamericanos”. Con ese sueño, el Icpna empezó a trabajar en un pequeño local de la calle Pando (jirón Carabaya 780), donde hoy se levantan las galerías Boza.

Otro hecho que permitió la fundación fue el ciclo de conferencias que ofreció el historiador Samuel Flagg Benis en la Universidad de San Marcos.

En menos de cinco años y en medio de la Segunda Guerra mundial, el instituto permitió que sus mejores alumnos y profesores vayan a la Escuela de Vacaciones de Carolina del Norte; se beneficien investigadores peruanos con las becas Guggenheim, o que se preparen guías de turismo para el Touring y Automóvil Club.

Con los Cursos de verano, que se fomentaron cada julio y agosto, llegaron estudiantes estadounidenses. Julio C. Tello, Luis E. Valcárcel y Jorge Basadre formaron a la primera promoción de 50 primeros estudiantes, y así se empezó a fomentar el turismo receptivo también.

Otro trabajo que hizo, durante años, en alianza con el Estado peruano, fue la capacitación a los docentes para la enseñanza del inglés.

Cultural’s tool

La inauguración del primer local, a media cuadra de la plaza San Martín, en 1938, se selló con la exposición del pintor surrealista Ricardo Grau, que acababa de regresar de Europa para quedarse y volcar lo aprendido (llegaría a ser director de la Escuela de Bellas Artes).

En 1942 empezaron las conferencias magistrales sobre escritores peruanos y estadounidenses: Faulkner, Valdelomar, Whitman…, es decir, desde el inicio hubo una relación directa de la institución con la difusión del trabajo de los artistas peruanos más destacados.

Hitos en este sentido son la primera exposición de pinturas y esculturas de un veinteañero Fernando de Szyszlo en el Icpna de la avenida Emancipación (1947). O que el Concurso de Pintura sirvió para corroborar el talento de grandes artistas, como Venancio Shinki, ganador de la cuarta edición del certamen (1964) y posterior retrospectiva de su trabajo (2001).

A su vez, la institución promovió la presencia de artistas y personajes de la cultura y ciencia estadounidense. Como la visita del entonces vicepresidente Richard Nixon (1958), que no se presentó en la Casona de San Marcos, más sí en la PUCP. En 1965 realizó el evento La semana espacial, en el que se exponían modelos de naves y cohetes que impactaron mucho entre los limeños interesados en el espacio.

Y desde 1949 fomentó, dos sábados al mes, un programa gratuito de cuentos, cine y música abierto a todo el público.

Neil Armstrong y Richard F. Gordon Jr., astronautas del programa Géminis, visitarían la capital al año siguiente junto con sus familias. Fueron recibidos multitudinariamente en el trayecto del Jorge Chávez hasta el centro de Lima. Armstrong llegaría a la Luna en 1969. También el campeón del boxeo Cassius Clay, Muhammad Ali, visitó Lima en 1971 para ofrecer una pelea de exhibición en el Estadio Nacional.

English and spanish

La más importante labor a la que se asocia al Icpna es la enseñanza del inglés, pero también, desde octubre de 1938, fue la enseñanza del español (aprovechando el acento claro del castellano peruano, el Perú se convierte en una buena opción para que los extranjeros aprendan nuestro idioma).

En 1940 ya había 1,500 personas estudiando el idioma del Tío Sam en el local de la calle Ayacucho. El estudiantado, desde el inicio, era de lo más variopinto, desde obreros hasta políticos; desde niños de 6 años hasta personas de la tercera edad.

Con el tiempo, la metodología agregó los tres niveles de inicial, intermedio y avanzado. La ciudad capital crecía y también la oferta se adecuó; la variedad de horarios empezaría en 1945 y, luego, las opciones de clases los sábados y domingos.

La enseñanza de un idioma también es un reflejo de los avances de la tecnología. En alianza con el diario La Crónica y Radio Nacional, el Icpna emitió cursos radiales de inglés que retransmitían las empresas radiofónicas de provincias.

En los laboratorios de idiomas se empezó a enseñar con cintas magnetofónicas y grabadoras Brush Sound Tape Recorder; ahora se hace por medio de los recursos online. La base es la misma, que el estudiante escuche la pronunciación adecuada y repita. Repeat after me, please.

Dato

centros de idiomas y cinco galerías de arte tiene la institución en Lima, y 9 en provincias.

 


Cuando el inglés llegó al Perú

José Vadillo Vila

El Peruano    15 de julio de 2017

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