Hace solo un mes se consideraba imposible. Pero en apenas dos semanas, California ha aprobado la subida del salario mínimo más grande de Estados Unidos, un 50% en los próximos seis años. La subida a 15 dólares la hora es una reivindicación de los sindicatos y del ala más izquierdista del Partido Demócrata y es considerada un peligro para la economía y la creación de empleo por parte de los republicanos y casi todas las organizaciones empresariales.
California se convierte en el primer estado en adoptar los 15 dólares la hora, una cantidad que ya había sido puesta en marcha por grandes ciudades como Los Ángeles o San Francisco. Ahora, afectará a 38 millones de personas en el estado más poblado del país y la economía más desarrollada de Estados Unidos. Cuando Los Ángeles aprobó esta subida el año pasado se convirtió en el laboratorio más grande de EE UU para ver los efectos de la medida. Ahora todo California es el laboratorio, tras una reacción fulminante de sus políticos e impensable hace solo un mes.
La razón de que se haya aprobado tan deprisa está en el particular sistema de democracia directa de California, uno de los más extremos del mundo junto con el de Suiza. Los sindicatos habían planteado dos propuestas diferentes que se dirigían sin remedio hacia la votación en las próximas elecciones presidenciales de noviembre. La semana pasada, los sindicatos anunciaron que una de las propuestas ya tenía las firmas necesarias para ser enviada a votación. Las encuestas indican un amplio apoyo popular a esta medida. Inmediatamente, el gobernador y los líderes del Legislativo se sentaron a negociar una propuesta de ley alternativa para evitar ser atropellados en las urnas.
La posibilidad de renegociar una medida popular solo existe en California desde el año pasado. Las normas de la iniciativa directa se cambiaron a propuesta del Instituto Berggruen, de forma que los proponentes de una iniciativa pueden retirarla si sus demandas tienen respuesta por parte de los legisladores.
A partir de ese momento, los acontecimientos se han sucedido a toda velocidad. El pasado lunes, 28 de marzo, la oficina del gobernador Jerry Brown y los líderes del Legislativo anunciaban un acuerdo con los sindicatos para matizar la propuesta. Este jueves por la mañana, el proyecto ha sido aprobado en la Asamblea de California. Por la tarde lo ha aprobado el Senado e inmediatamente la oficina del gobernador ha enviado un comunicado diciendo que ratificará la ley el lunes en un acto en Los Ángeles.
Con el acuerdo enmendado, la subida se va a realizar de forma un poco más escalonada (en seis años en lugar de cinco) y se añaden algunas excepciones, como dar un año más a los pequeños negocios. Además, el Estado podrá suspender la subida en un mal año económico. A partir de 2022, el salario mínimo quedará indexado al coste de la vida.
La votación en el Capitolio de Sacramento, la capital de California, se realizó entre gritos de “¡sí se puede!”, el lema con el que César Chávez movilizó a los jornaleros en los años sesenta y creó el mayor sindicato agrario de California. Justamente, hoy es el día de recuerdo de César Chávez en Estados Unidos.
El salario mínimo a nivel nacional se mantiene en 7,25 dólares la hora desde 2009, una cantidad que en las grandes ciudades ha generalizado el problema de los trabajadores pobres, es decir, gente que trabaja a tiempo completo 40 horas a la semana o más y tiene que vivir de la beneficencia. Dignificar el salario mínimo es la gran reivindicación de los sindicatos de Estados Unidos, especialmente los de hostelería y agricultura, y de la izquierda del Partido Demócrata. En California era hasta ahora de 10 dólares la hora, uno de los más altos del país a nivel estatal.
Los sectores más afectados por la subida del salario mínimo son tiendas y hostelería, que entre los dos tienen un 30% de la fuerza laboral que cobra el salario mínimo, según un estudio de la Universidad de California en Berkeley. En total, 5,6 millones de trabajadores se verán afectados, con una subida media anual en sus ingresos de 3.700 dólares. El 55% de los trabajadores afectados son latinos.
La velocidad a la que se ha resuelto este asunto ha dejado a superado las expectativas de todos los políticos. Hasta hace pocos días, el alcalde de Los Ángeles estaba en campaña para animar a las ciudades vecinas del condado a que subieran el salario mínimo como ha hecho su Administración.
La medida llega además en medio del debate de primarias del Partido Demócrata, cuyos candidatos tienen visiones distintas en este asunto. Para Bernie Sanders, la subida en todo el país a 15 dólares es uno de sus eslóganes de campaña. Convertir el salario mínimo en un “salario digno” es una de sus medidas para cerrar la brecha de desigualdad en Estados Unidos. Hillary Clinton, sin embargo, propone que la subida sea a 12 dólares la hora y “apoya” los esfuerzos de estados y municipios para ir más allá. La aprobación desactiva este debate en California, donde los votantes se podían haber encontrado en la misma papeleta la elección de presidente con el sí o no a la subida.
Expositores: Oscar Vidarte (PUCP) Fernando González Vigil (Universidad del Pacífico) Inscripciones aquí. Leer más
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El Observatorio de las Relaciones Peruano-Norteamericanas (ORPN) de la Universidad del Pacífico es un programa encargado de analizar y difundir información relevante sobre la situación política, económica y social de Estados Unidos y analizar, desde una perspectiva multidisciplinaria, su efecto en las relaciones bilaterales con el Perú.
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