El temor al terrorismo vuelve a estar sobre la palestra en Estados Unidos, luego que dos presuntos extremistas religiosos abrieron fuego en San Bernardino, matando a 14 personas e hiriendo a por lo menos 21 personas.
Estadísticamente, sin embargo, el peligro más inmediato para cualquier persona residente en Estados Unidos no es el terrorismo, sino la violencia perpetrada por el crimen común, familiares, amigos o conocidos de las víctimas, explicó este jueves un connotado experto en el tema. Y según estadísticas oficiales la mayoría (70%) de esta violencia se perpetra con armas de fuego.
“Es cierto, 14 personas son una tragedia cada una, pero el total de homicidios en Estados Unidos anualmente está alrededor de 14,000”, dijo en una entrevista Brian Jenkins, asesor al presidente de Rand Corporation y ex asesor de la Comisión Nacional de Terrorismo en Estados Unidos.
“Yo diría que la probabilidad es de 4 a 1 que cualquiera de nosotros muera a manos de un amigo o familiar o en una disputa doméstica, que en un tiroteo masivo”, apuntó.
Un ejemplo de esta tendencia está en las cifras del FBI correspondientes a homicidios del año 2013, cuando 12,353 personas murieron asesinadas y en casi 5,300 de esos casos, los victimarios fueron familiares, amigos o conocidos. De ellos, 8,454 murieron por arma de fuego.
Al mismo tiempo, la cantidad de muertes ha disminuido con los años. Si bien la cantidad de esostiroteos “masivos”, en los que mueren más de 4 personas (definición policial) ha aumentado al punto de convertirse en una constante en este país, la tasa nacional de homicidio sigue siendo mucho más baja que la que había en las décadas ochentas y noventas, agregó Jenkins.
“El riesgo para el ciudadano común de ser parte de un evento de esta naturaleza es mínimo”, dijo Jenkins.
Los tiroteos masivos con espectaculares y mediáticos, y por tanto, reciben más cobertura y reacción política que los homicidios que ocurren día a día.
“Más aún, la probabilidad de que a uno lo mate un terrorista es de una en un millón”, dijo Jenkins.
De hecho, agrega el experto, si uno quita a todos los fallecidos en tiroteos masivos y los clasificados como terrorismo (con un fin político o de grupo) al número de asesinados cada año en el país, “esto no reduciría mucho la tasa de homicidio del país”, agregó el experto.
Lo que dicen las estadísticas
De acuerdo al FBI, 14,249 personas murieron asesinadas en 2014 en Estados Unidos. Esta cifra no ha variado mucho desde 2010, pero es mucho menor que la prevalente en las décadas de los ochenta y noventa, cuando fluctuó entre 15,000 y 25,000 personas por año.
El evento de este miércoles centró la atención nacional en la ciudad de San Bernardino, California, lugar que ya lleva varios años exhibiendo una tasa de homicidio superior al promedio y que ha ido en aumento. En el país hay 4.5 homicidios por 100,000 habitantes, mientras que en la ciudad de San Bernardino, donde ocurrió el ataque de este miércoles, se registraron en 2013 21 homicidios por cada 100,000 habitantes. Buena parte del problema, según reportes aislados de prensa, es el crecimiento de la presencia de pandillas y el narcotráfico.
Más muertes por extremismo de derecha que por Yihad
En cuanto a los tiroteos masivos, donde mueren 4 personas o más, esta cifra ha aumentado en años recientes, pero la mayor parte de las víctimas en este tipo de tiroteos o ataques no mueren a manos de extremistas ligados al “Yihad” promovido por algunos musulmanes, sino a manos de ideologías de derecha: anti gobierno, anti aborto, racistas y otros.
De hecho, según el Consorcio Nacional para el Estudio del terrorismo de la Universidad de Maryland, desde el 9/11 se han registrado 65 asaltos relacionados a ideologías de derecha y 24 por extremistas musulmanes.
Incluso juntando ambos números: muertes por cualquier tipo de extremismo, de derecha o religioso, la cantidad de fallecidos en suelo estadounidense es de 71 personas en la última década, mientras que más de 300,000 han sido asesinadas por arma de fuego.
¿La culpa es de las armas?
Las armas de fuego, en este contexto, tienen un papel protagónico, ya que según las estadísticas del FBI estas se usan en siete de cada diez los homicidios que ocurren anualmente.
“Es más fácil matar a alguien con un arma de fuego que con cualquier otro instrumento”, agregó Jenkins.
Estados Unidos es primero en el mundo en el número de armas per capita, con 270 millones de armas, 89 por cada 100 residentes. Y esta cifra es de 2011.
Según el FBI, en 2013 un 69% de las victimas de homicidio murió por arma de fuego, 12.2% por cuchillos o armas cortantes, 13.3 por otras armas desconocidas y 5.6 por “armas personales” (es decir en peleas cuerpo a cuerpo).
Pilar Marrero
El Diario 3 de diciembre de 2015
