Universidad del Pacífico

Estados Unidos modera el crecimiento en el tercer trimestre

La economía de Estados Unidos creció entre julio y septiembre a una tasa anualizada del 1,5%. Es una moderación destacada cuando se compara con el 3,9% del trimestre precedente y que justificaría en principio que la Reserva Federal haya optado de nuevo por dejar los tipos cerca del 0%. El indicador, en cualquier caso, está sujeto aún a dos revisiones para que sea definitivo.

Wall Street daba por hecho que el crecimiento caería a la mitad por el debilitamiento del comercio internacional. Ahí juegan a la vez la apreciación del dólar y la moderación de la economía global. Las exportaciones progresaron un 1,9% en el tercer trimestre. Las importaciones lo hicieron un 1,8%, aunque aquí jugó a favor el fuerte abaratamiento del precio de la energía desde julio.

En paralelo, las empresas en EE UU están controlando más su producción para evitar que se le crezcan demasiado los inventarios antes de zambullirse de lleno en la temporada de compras navideñas. El indicador refleja también cómo las empresas del sector energético están reduciendo sus inversiones para equilibrar los costes con el precio del barril de petróleo por debajo de los 50 dólares.

El consumo, entre tanto, creció un 3,2%. En este caso el ritmo es inferior al 3,6% del segundo trimestre, cuando se registró un sólido repunte tras pasar el efecto del invierno. Es una progresión que podría ser aceptable en todo caso para una Reserva Federal que no espera un crecimiento económico muy superior al 2%. La inversión empresarial, por su parte, repuntó un 5,4% tras caer el 4%. La construcción de vivienda subió un 6,1%.

La primera lectura que hacen los economistas del dato es positiva pese a todo y consistente con el análisis que hace el banco central. Consideran que el crecimiento interno es robusto y anticipan que el consumo hará la mayor contribución al PIB desde 2005. La reducción de los inventarios, señalan, es temporal y volverá a repuntar en el cuatro trimestre.

La Fed espera

La primera estimación del PIB se conoce un día después de que la Fed decidiera dejar los tipos de interés intactos en el 0% aunque mantiene las opciones para que el primer incremento en casi una década llegue en diciembre. La Fed volvió a poner el énfasis así en la mejora del gasto por parte de la familias, que representa dos terceras partes del crecimiento, y de la inversión empresarial.

El comunicado final de la reunión rebaja considerablemente, además, la mención que hizo en septiembre sobre las turbulencias en la economía global, el gran motivo por el que se optó entonces por aplazar el alza. En esta ocasión la Fed considera que los riesgos no son tan pronunciados. La nueva pausa, sin embargo, refleja la débil creación de empleo los pasados meses de agosto y septiembre.

Nadie esperaba el alza de tipos en esta reunión y tampoco se muestran señales claras de la intención que vaya a hacerlo antes de que acabe el año pese a que el equipo de Yellen no se muestre muy preocupado con la moderación en la contratación. La evolución de la inflación le sigue dando margen para actuar con calma. La Fed repite que espera que suba gradualmente al 2% en el medio plazo.

 

El País   29 de octubre de 2015

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