Después de limar las diferencias entre Japón y Estados Unidos, ayer se produjo la firma del Tratado de Asociación Transpacífico (TTP, por su sigla en inglés). A pesar de las críticas, este pacto representa el 40% de la economía mundial, y ha sido suscritos por el país norteamericano y más de una decena de países del pacífico. Estas son las claves del tratado.
¿Quién suscribe el acuerdo?
Es el mayor bloque de la historia, que con 28 billones de PIB suma un tercio del comercio mundial. Los suscriben doce países de Asia, el Pacífico y América, con Estados Unidos y Japón como principales economías.
¿Qué beneficios va a traer?
Se calcula que la liberalización del comercio puede suponer un impulso de la actividad económica mundial de 200.000 millones de dólares al año.
¿A qué sectores afecta?
La industria automovilística, que en el caso de Estados Unidos y Japón, ha supuesto una difícil negociación; la farmacéutica, cuyas principales trabas han estado que Estados Unidos quería el mayor tiempo posible de exclusividad; la inversión y los negocios, que se verán facilitados entre los países implicados; la agricultura y la ganadería, y la propiedad intelectual, que afecta a las grandes compañías tecnológicas.
¿Qué dicen los críticos?
Sus argumentos son que las negociaciones han sido en secreto y que sus grandes beneficiarios van a ser las multinacionales. En el caso de Estados Unidos, los sindicatos temen que beneficie a trabajadores de países con mano de obra más barata.
¿Por qué no está China?
Aunque no está descartado al cien por cien que se sume en el futuro, siempre lo ha visto como una amenaza por parte de Estados Unidos en su particular disputa en la región. Sin embargo, las últimas semanas, las autoridades chinas se han mostrado más proclives a incorporarse en un futuro.
¿Cuáles son los próximos pasos?
Los parlamentos de los distintos países deberán ratificar el acuerdo en los próximos meses. En el caso de Estados Unidos, el Congreso deberá abordarlo los próximos tres meses. El periodo electoral va a obligar a Obama a un gran esfuerzo para lograr el apoyo suficiente, ya que, aunque en principio su espíritu encaja con el pensamiento republicano, su partido está en pleno relevo de su presidente en la Cámara de Representantes, lo que hace imprevisible cualquier resultado.
MANUEL ERICE
ABC.es 6 de octubre de 2015
