Universidad del Pacífico

Triunfo de Donald Trump afectará relaciones entre Perú y EEUU

Nuestro país podría verse envuelto en una ola revisionista de tratados comerciales y endurecimiento de políticas migratorias, tras el sorpresivo triunfo de Donald Trump, en los comicios del último martes.

Esa incertidumbre y miedo que provocaba la candidatura de Donald Trump antes de los comicios del martes en Estados Unidos, hoy adquiere un cariz aún más misterioso y desalentador, pues nadie sabe si todo devendrá en serias preocupaciones o, simplemente, en un innecesario y absurdo susto.

Y es que Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, se caracterizó por una retórica antilatina y proteccionista durante toda su campaña presidencial. Por ello, la pregunta que todos los latinos se hacen es una sola, la misma que para nuestro caso particular sería: ¿Cuán probable es que ese discurso se traslade hacia acciones concretas que afecten directamente al Perú?

RELACIONES POLÍTICAS

Según el profesor de la PUCP, Óscar Vidarte, la postura antilatina de Trump puede ser parte de una estrategia política populista, pues como presidente de Estados Unidos no le conviene alejarse de una región que —incluyendo el Perú— está más cerca a la derecha política y a una postura pro-americana.

En ese sentido, antes de las elecciones norteamericanas, sostuvo: “[Donald Trump] no va a poder mantener su discurso confrontacional. Más que generar una política anti-latinoamericana, genera mucha incertidumbre (…) Trump es un empresario bastante pragmático, que probablemente puede dejar parte de su discurso a un lado para llevar a cabo otro tipo de políticas que nadie esperaba”.

En cambio, Norberto Barreto, investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), asegura: “Donald Trump plantea una revisión total y absoluta de la política exterior norteamericana de los últimos 25 años en cuanto a alianzas, la OTAN, acercamientos a Rusia y el tema ambiental (…) La discusión sobre si al Perú lo liberan del visado para poder entrar a Estados Unidos estaría prácticamente muerta. Va a poner una política dura —no sé cómo ni con quién— en materia migratoria”.

En efecto, Trump prometió en la campaña que deportará a unos 12 millones inmigrantes indocumentados. En el último tramo electoral, sin embargo, moderó su retórica y sugirió que se enfocaría a las personas que tienen antecedentes penales.

RELACIONES COMERCIALES

Aunque Trump se mostró más conciliador tras reconocer su triunfo electoral, el posible endurecimiento de las políticas migratorias, condensado en la figura de un muro entre Estados Unidos y México, también se puede reflejar en las relaciones comerciales.

El presidente electo apuesta por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés) y mayores aranceles al comercio exterior con China y México. En tal sentido, una revisión de todos los tratados internacionales —incluyendo el TLC firmado por el Perú, vigente desde el 2009— no está descartada del todo.

“El multimillonario ha dicho que quiere renegociar todos los tratados de libre comercio. Esto incluye el TPP y el TTIP, incluso habló del Nafta, el tratado más grande que haya firmado Estados Unidos en su historia. Y si este puede ser renegociado, cualquier tratado puede estar en juego. ¿Quisiéramos el TLC con el Perú como está ahora o uno renegociado por Trump?”, planteó el profesor Farid Kahhat.

En materia comercial, las consecuencias en el Perú se notarían a largo plazo. Estados Unidos es el principal destino de nuestras exportaciones no tradicionales: los envíos no tradicionales durante el primer semestre del año al país norteramericano alcanzaron un valor de US$1,328 millones, un 27.4% de las exportaciones no tradicionales totales.

Vidarte, en este aspecto, se muestra más cauteloso e indica que, sin el apoyo del nuevo Congreso, Trump no podrá hacer mucho en esta materia. “El check and balance funciona a la perfección en Estados Unidos… Yo no veo a los congresistas republicanos apoyando a Trump en la revisión del Nafta, por ejemplo. Va a tener pocas posibilidades de implementar algo así”, sostiene.

Asimismo, el economista americano Tyler Cowen, en septiembre de este año, afirmó que “el Perú no perdería mucho si gana Trump, quedaría aislado de un mundo más peligroso. El Perú le podría vender a China y Estados Unidos por igual (…) ¿Que va a deshacer el TLC Perú – Estados Unidos? Para nada. No es un problema”, indicó.

IMPACTO ECONÓMICO

Para nuestro país, las consecuencias son varias, según la empresa Macroconsult. “Un eventual gobierno de Trump podría plantear la revisión del TLC con Estados Unidos; y adoptar, de manera unilateral, medidas restrictivas a nuestras exportaciones. Hay que tener en cuenta que Estados Unidos es uno de nuestros principales socios comerciales”, refiere.

Agrega que en el campo financiero deberíamos absorber la mayor inestabilidad de los mercados, aumentos de las tasas de interés, por encima de lo que se tiene previsto y el debilitamiento del dólar, para señalar los principales efectos negativos. “Por otro lado, es muy posible que se produzca una recuperación sostenida del precio del oro”, apuntó.

Asimismo, es menester precisar que la victoria del candidato republicano tendría un impacto limitado en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), debido la alta participación del sector minero en la plaza bursátil peruana, según proyectó Kallpa SAB en un reporte.

Indicó que aunque las acciones relacionadas a la demanda interna podrían reaccionar negativamente, como en el resto de países emergente, papeles como Southern Copper, Cerro Verde y Buenaventura podrían contrarrestar la caída del mercado local, dada la fuerte alza del oro y del cobre, ya que “estas empresas tienen una alta ponderación en los índices locales”.

“Si bien los inversionistas están nerviosos por la incertidumbre sobre el impacto económico global que tendrá la administración de Trump, no pensamos que el candidato republicano ejecute todas las políticas económicas que anunció en su campaña”, indicó Kallpa SAB.

Además de ello, indicó que, al margen de lo anterior, “la elección de Donald Trump generará volatilidad de corto plazo en los mercados“. Por ese motivo recomendó cautela para los inversionistas adversos al riesgo, aunque también dijo que “esta situación puede traer atractivas oportunidades”.

“En el caso de los metales, aún nos gusta el oro como activo de refugio ante el nerviosismo sobre el futuro de la situación económica mundial. Dentro de nuestra cobertura, preferimos Tahoe Resources, dado que está apalancada 100% a metales preciosos y mantiene costos bajos, buena generación de caja, y bajo apalancamiento. Para inversionistas que prefieren más riesgo recomendamos Red Eagle”, puntualizó.

En ese sentido, el oro ha tenido un alza de 2.2% tras la victoria de Trump, y ya supera los US$1,300 por onza. La plata y el cobre crecieron 2.5% y 3.6%, respectivamente.

En demanda interna, una corrección significativa en los precios podría generar oportunidades de compra, dados los “buenos fundamentos de empresas locales”. “Nos continúa gustando el sector cementero con Cementos Pacasmayo y Unacem; y para inversionistas con mayor aversión al riesgo el sector consumo con InRetail”, refirió.

TRUMP Y LATINOAMÉRICA

Ya sea por sus promesas de construir un muro en la frontera con México, deportar masivamente inmigrantes sin papeles y aumentar el proteccionismo comercial, o por los efectos que su elección tiene en los mercados, Trump es ahora para Latinoamérica una fuente de inquietud y tensión.

Lo que hará o dejará de hacer el magnate republicano desde la Casa Blanca es una incógnita incluso para los expertos, pero hay quienes advierten que, de mantenerse fiel a sus propuestas, se sentirán desde lejos las profundas consecuencias de su gobierno.

«Si (Trump) lleva a cabo lo que está diciendo, esto va a reventar relaciones no solamente con América Latina sino con todo el mundo», dijo antes de la votación del martes Michael Shifter, presidente Diálogo Interamericano, un centro de análisis en Washington D.C.

Trump ganó la elección como un candidato ajeno y opuesto al sistema político estadounidense, mostrando su voluntad de cambiar las cosas con una serie de propuestas que causaron alarma.

Prometió construir un gran muro en la frontera con México y obligar a este país a pagarlo, algo que se volvió todo un símbolo de su voluntad de dar la espalda al vecino del sur.

También habló al inicio de su campaña de deportar a 11 millones de inmigrares indocumentados que viven en EE.UU., en su mayoría provenientes del sur del río Bravo, y sostuvo que desde México llegan criminales y violadores.

Pero luego visitó ese país, fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto y más recientemente moderó su retórica sobre las deportaciones masivas, sugiriendo que se enfocaría en quienes tienen antecedentes penales.

Este tema impacta directamente en la economía de América Latina, que recibe cada año más de US$65.000 millones de en remesas enviadas por inmigrantes desde EE.UU., según estudios.

Además, Trump define el tratado de libre comercio de EE.UU. con Canadá y México (Nafta), como «el peor» jamás firmado, y ha hablado de imponer un arancel de 35% para importaciones desde el vecino del sur.

Esto tendría un impacto enorme en la economía de México, que el año pasado exportó bienes y servicios por US$316.400 millones y logró un superávit comercial bilateral de US$49.200 millones.

«Más dificultades»

El triunfo electoral de Trump ocurre en medio de cambios políticos en el hemisferio, tras la llegada de gobiernos más abiertos a Washington en Brasil y Argentina, o la normalización de las relaciones de EE.UU. con Cuba, impulsada por el gobierno de Barack Obama.

Todo esto parecía la antesala para una relación norte-sur más fluida en las Américas, lo que ahora queda en duda con el triunfo de Trump. Roger Noriega, actualmente en el centro de análisis conservador American Enterprise Institute, cree que a Trump incluso no se lo puede comparar con Bush, cuyo gobierno quedó en las antípodas de la ola izquierdista que surgía en Sudamérica la década pasada.

«Hubo circunstancias en que aconsejé al presidente Bush y él ni estaba de acuerdo, pero seguía mi consejo porque se daba cuenta de que me contrató para hacer el trabajo», relata.

«No veo que Trump esté dispuesto a hacer eso, y esto puede causar problemas serios», advierte. «Un conjunto equivocado de palabras del presidente de EE.UU. puede complicar las cosas por años entre dos países», agrega.

Trump sostuvo durante su campaña que «por toda Latinoamérica la gente está viviendo en opresión» y acusó Obama y a su rival electoral, Hillary Clinton, de abandonar a los «amigos» de EE.UU. en la región.

También indicó que podría acabar con las medidas para normalizar relaciones con Cuba y habló de solidarizarse con el pueblo de Venezuela, «que ama la libertad».

Arturo Valenzuela, que fue jefe de la diplomacia de EE.UU. para América Latina cuando Clinton era secretaria de Estado, sostuvo antes de la elección que con Trump en la Casa Blanca «va a ser muy difícil establecer una relación de confianza» con la región.

En resumidas cuentas, no es bueno que Donald Trump sea el nuevo presidente de Estados Unidos, pues el riesgo ha subido y por tanto los valores fundamentales de las acciones de empresas que dependen del crecimiento de la economía global deben bajar.

Sin embargo, todo es dinámico. Trump lo sabe y tiene incentivos (asumiendo que es un ser racional) para manejar la economía con responsabilidad y no hacer cambios radicales. En todo caso, veremos qué ocurre en adelante.


Triunfo de Donald Trump afectará relaciones entre Perú y EEUU

Los Andes     13 de noviembre

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